A veces la conciencia puede ser mas fuerte que el entrenamiento y todas las estupendas razones para la guerra --deber, honor, patria--, y algunos ven la destruccion que causan dondequiera que vayan a combatir, ven a los companeros desangrandose por una granada enemiga y los cuerpos de civiles atrapados en la contienda, mujeres, ninos, ancianos, y se preguntan por que pelean, que proposito tiene esa guerra, la ocupacion de un pais, el sufrimiento de gente igual a uno, y que pasaria si tropas invasoras entraran con tanques a su barrio, aplastaran sus casas, y los cadaveres pisoteados fueran los de sus hijos y esposas, y tambien se preguntan por que se le debe mas lealtad a la nacion que a Dios o al propio sentido del bien y del mal, y por que siguen en ese afan de muerte y como van a convivir con el monstruo en que se han convertido.