Mientras estaba tendido alli, a un paso de mi yacia un escarabajo, patas arriba, desesperado. No podia enderezarse, me habria gustado ayudarlo, era tan facil hacerlo, bastaba un paso y un empujoncito para brindarle una ayuda efectiva. Pero lo olvide a causa de la carta. Ademas no podia ponerme de pie. Por fin, una lagartija logro que volviera a tomar conciencia de la vida que me rodeaba. Su camino la llevo hasta el escarabajo, que ya estaba totalmente inmovil. De modo que no fue un accidente, me dije, sino una lucha mortal, el raro espectaculo de la muerte natural de un animal. Pero la lagartija al deslizarse por encima del escarabajo, lo enderezo. Por uno instantes continuo inmovil, como muerto, pero luego trepo la pared como la cosa mas natural. Es probable que eso me haya brindado, de alguna manera, un poco de coraje. Lo cierto es que me puse de pie, bebi leche y le escribi a usted.