"<>Para que no se olvide el tema capital, por doquier hemos visto sin haberlo buscado, de lo excelso a lo bajo de la escala fatal, el tedioso espectaculo del inmortal pecado: >>la mujer, vil esclava, estulta y orgullosa, que adorandose rie y se adora bestial; el hombre, avido despota de alma licenciosa, esclavo de la esclava y afluente de albanal; >>el verdugo gozoso, el martir sollozante; el festin que sazona el alma y la perfuma; veneno del poder del tirano exultante, y el pueblo, fiel al latigo que lo humilla y abruma; >>religiones que se asemejan a la nuestra, odas en pos del cielo; la pura Santidad, tal en lecho de pluma un gazmono se muestra, buscando en el cilicio la voluptuosidad; >>la Humanidad locuaz, que en su genio porfia y loca, hoy como antes, con la luz por testigo, grita a Dios, en su colerica agonia: "Oh tu, mi semejante, maestro, !te maldigo!"."