Tenemos amantes egoistas que gastan su fortuna no en nosotras, como afirman, sino en su vanidad. Para esos individuos se requiere que estemos alegres cuando estan alegres ellos, bien del estomago cuando quieren comer, escepticas como ellos lo son. Se nos prohibe disponer de nuestro corazon, so pena de ser escarnecidas y de perjudicar nuestro credito. No nos pertenecemos ya. Ya no somos seres, sino cosas.