Nosotras, criaturas de azar, no tenemos deseos fantasticos ni amores inconcebibles. Nos entregamos igual por una cosa que por otra. Hay individuos que se arruinarian sin obtener de nosotras nada, y hay otros que nos logran por un ramillete. Nuestro corazon tiene caprichos; esa es su unica distraccion y su unica excusa. Yo me he entregado a ti mas deprisa que a ningun hombre. ?Por que? Porque, al verme escupir sangre, me cogiste la mano; porque lloraste; porque eres la sola persona humana que ha tenido a bien compadecerme.