Y cuando otra cosa no tuviese sino el creer, como siempre creo, firme y verdaderamente en Dios y en todo aquello que tiene y cree la Santa Iglesia Catolica Romana, y el ser enemigo mortal, como lo soy, de los judios, debian los historiadores tener misericordia de mi y tratarme bien en sus escritos. Pero digan lo que quisieren; que desnudo naci, desnudo me hallo: ni pierdo ni gano; aunque, por verme puesto en libros y andar por ese mundo de mano en mano, no se me da un higo que digan de mi todo lo que quisieren.