Nada le esperaba en su apartamento. No habia ni una mujer, ni un hombre, ni un perro, ni un gato, y probablemente la cinta de su contestador automatico estaria en blanco; ademas, el barrio donde vivia se habia convertido en un lugar anonimo, como de transito, por lo que tampoco habria camareros o tenderos que le saludasen. Encendio la radio, pero la unica musica que pudo encontrar fue musica disco, la musica disco de esas discotecas que habian sido cerradas hacia tres anos por trafico de drogas o por impago de impuestos. Buscaba el recuerdo de algun lugar, alguna evidencia de que hubo un tiempo en que el habia podido conectar, de una manera extremadamente creativa, con su mundo y con sus semejantes. Sentia la nostalgia de eso como si se tratar de un pais que se hubiese visto obligado a abandonar.