Nos enfrentamos, dijo, a una raza de degenerados. Una raza mestiza, poco mejor que los negros. Puede que ni eso. En Mexico no hay gobierno. Que diablos, en Mexico no hay Dios. Ni lo habra nunca. Nos enfrentamos a un pueblo manifiestamente incapacitado para gobernarse. ?Y sabes lo que ocurre con el pueblo que no sabe gobernarse? Exacto: Que vienen otros a gobernar por ellos.