Existe una clara evidencia de que las personas emocionalmente desarrolladas, es decir, las personas que gobiernan adecuadamente sus sentimientos, y asimismo saben interpretar y relacionarse efectivamente con los sentimientos de los demas, disfrutan de una situacion ventajosa en todos los dominios de la vida, desde el noviazgo y las relaciones intimas hasta la comprension de las reglas tacitas que gobiernan el exito en el seno de una organizacion. Las personas que han desarrollado adecuadamente las habilidades emocionales suelen sentirse mas satisfechas, son mas eficaces y mas capaces de dominar los habitos mentales que determinan la productividad. Quienes, por el contrario, no pueden controlar su vida emocional, se debaten en constantes luchas internas que socavan su capacidad de trabajo y les impiden pensar con la suficiente claridad.