Site uses cookies to provide basic functionality.

OK
La tragedia de los hombres, decia Shaltiel, no estriba en que los perseguidos y los oprimidos aspiren a liberarse y a hacerse respetar. No. La maldad esta en que los oprimidos, en lo mas profundo de sus corazones, realmente suenan en convertirse en opresores de sus opresores. Los perseguidos anhelan ser perseguidores. Los siervos suenan con ser amos.