pensamiento liberal contemporaneo tiene mucho que aprovechar de las ideas de Ortega y Gasset. Ante todo, redescubrir que, contrariamente a lo que parecen suponer quienes se empenan en reducir el liberalismo a una receta economica de mercados libres, reglas de juego equitativas, aranceles bajos, gastos publicos controlados y privatizacion de las empresas, aquel es, primero que nada, una actitud ante la vida y ante la sociedad, fundada en la tolerancia y el respeto, en el amor por la cultura, en una voluntad de coexistencia con el otro, con los otros, y en una defensa firme de la libertad como valor supremo.