La razon de esta necesidad de escribir ha de estar en los nervios. El pretexto es que ahora mis actos me llevan a uno de mis tres porvenires: la compania de la mujer, la soledad (o sea la muerte en que pase los ultimos anos, imposible despues de haber contemplado a la mujer), la horrorosa justicia. ?A cual? Saberlo con tiempo es dificil. Sin embargo, la redaccion y la lectura de estas memorias pueden ayudarme a esa prevision tan util; quiza tambien me permitan cooperar en la produccion del futuro conveniente.