Ahora o nos horrorizamos o fingimos que nos horrorizamos mientras saboreamos el espectaculo como amantes de las emociones fuertes, extravagantes, que animan nuestro ocio cinico e indolente; o como ninos pequenos espantamos con las manos a los fantasmas terribles y escondemos la cabeza en la almohada hasta que pase la terrible vision, para poco despues olvidarla entre diversiones y juegos. Pero en algun momento tambien nosotros tendremos que empezar a vivir juiciosa y reflexivamente, tambien nosotros tendremos que dirigir la mirada hacia nosotros mismos como sociedad, tambien nosotros tendremos que comprender, aunque sea un poco, nuestra cosa publica o, al menos, establecer los inicios para su comprension.