"(Fragmento de El fantasma de Harlot(una historia novelada de la CIA), Norman Mailer ,1991) En muchos vecindarios, sin embargo, las calles son pacificas y fantasmales. La otra parte del mundo podra avanzar vertiginosamente, pero no en una pobre manzana de casuchas destartaladas donde el unico vehiculo que se ve es un viejo Chevrolet color oliva pardusco, con brillantes manchones amarillos y naranjas. Es tanto el silencio, que me siento como si se estuviera en un bosque. No muy lejos hay un muchacho con un sueter amarillo, del mismo tono de los manchones amarillos del viejo coche oliva pardusco. Otro automovil viejo, en otra calle vieja, esta alzado sobre un gato por la parte delantera, con el capo tan abierto que parece un pato graznando. Lo han pintado de un azul sucio, brillante. En un viejo balcon han puesto ropa a secar. Te aseguro, Kittredge, que una de las camisas tiene el mismo tono azul sucio del coche. Creo que cuando un pais permanece protegido de las tormentas de la historia, los fenomenos mas pequenos adquieren prominencia. En una pradera de Maine, protegida de los vientos, las flores silvestres surgen en los lugares mas extranos, como si su unico proposito fuera deleitar los ojos. Aqui, a todo lo largo de un edificio bajo, comun y corriente, del siglo XIX, veo una paleta continua de piedra y estuco: marron y marron grisaceo, aguamarina, gris oliva y mandarina. Luego, lavanda. Tres piedras fundamentales, en tonos rosados. Asi como los coches reflejan los sedimentos de antiguas latas de pintura, bajo el omnipresente hollin ciudadano esta este otro despliegue mas sutil. Empiezo a sospechar que esta gente mira sus calles con un ojo interior; si han pintado un letrero de verde musgo, entonces alli, en el extremo de la calle, alguien decide pintar una puerta con el mismo tono de verde. El tiempo y la suciedad, la humedad y el yeso descascarillado contribuyen a dar colorido a la vista. Las viejas puertas empalidecen hasta que ya no es posible determinar si el original era azul o verde o de algun misterioso tono de gris que reflejaba la luz del follaje de la primavera. Recuerda que aqui, en el hemisferio Sur, octubre es como nuestro abril. En la Ciudad Vieja, en una calle que baja hasta el borde del agua, la playa, gris como la arcilla, esta desierta. Al fondo, se ve una plaza vacia con una columna solitaria que se recorta contra el mar.