No hay mayor tragedia que tener la misma intensidad, en una misma alma o en un hombre, del sentimiento intelectual y del sentimiento moral. Para que un hombre pueda ser distintiva y absolutamente moral, tiene que ser un poco estupido. Para que un hombre pueda ser absolutamente intelectual, tiene que ser un poco inmoral. No se que juego o ironia de las cosas condena al hombre a la imposibilidad de que se de esta dualidad tan grande.