No soy responsable de quien se salva, ni tampoco usted. Rehuso tal responsabilidad. Entonces, ?quien es el responsable? <>, dijo Jesus, <> (Juan 6.44). Dios tiene esa responsabilidad, y no nosotros. Por consiguiente, puedo mirar a la multitud y decir, como dijo Jesus: <>. Pero algunos si creeran, conducidos a la fe por una lectura de la Biblia, al hablar con algun amigo u oyendo a un predicador en la calle. Cuando eso sucede, en lugar de ser increibles y necias, esas palabras tan dificiles de creer llegan a ser el unico balsamo que alivia al corazon pecador; la unica guia a la puerta angosta que lleva a la vida eterna, la unica verdad rica, completa y suficiente santa para salvar un alma del fuego eterno. Estas palabras duras llegan a ser preciosas y recibidas con beneplacito: <>. Vendran. Nuestro llamado es alcanzarlos con la verdad.