Si teneis alguna empresa ante vosotros, tratad de hacerla con las ropas viejas. A los hombres les hace falta, no algo con lo que hacer, sino algo que hacer, o mejor, algo que ser. Tal vez no deberiamos procurarnos un traje nuevo, por harapiento y sucio que este el viejo, hasta no habernos conducido, empenado o embarcado de tal modo que podamos sentirnos hombres nuevos en el viejo.