Site uses cookies to provide basic functionality.

OK
Digo, pues, que los trabajos del estudiante son estos: principalmente pobreza (no porque todos sean pobres, sino por poner este caso en todo el estremo que pueda ser); y, en haber dicho que padece pobreza, me parece que no habia que decir mas de su mala ventura, porque quien es pobre no tiene cosa buena. Esta pobreza la padece por sus partes, ya en hambre, ya en frio, ya en desnudez, ya en todo junto; pero, con todo eso, no es tanta que no coma, aunque sea un poco mas tarde de lo que se usa, aunque sea de las sobras de los ricos; que es la mayor miseria del estudiante este que entre ellos llaman andar a la sopa; y no les falta algun ajeno brasero o chimenea, que, si no callenta, a lo menos entibie su frio, y, en fin, la noche duermen debajo de cubierta. No quiero llegar a otras menudencias, conviene a saber, de la falta de camisas y no sobra de zapatos, la raridad y poco pelo del vestido, ni aquel ahitarse con tanto gusto, cuando la buena suerte les depara algun banquete. Por este camino que he pintado, aspero y dificultoso, tropezando aqui, cayendo alli, levantandose aculla, tornando a caer aca, llegan al grado que desean; el cual alcanzado, a muchos hemos visto que, habiendo pasado por estas Sirtes y por estas Scilas y Caribdis, como llevados en vuelo de la favorable fortuna, digo que los hemos visto mandar y gobernar el mundo desde una silla, trocada su hambre en hartura, su frio en refrigerio, su desnudez en galas, y su dormir en una estera en reposar en holandas y damascos: premio justamente merecido de su virtud. Pero, contrapuestos y comparados sus trabajos con los del milite guerrero, se quedan muy atras en todo,