"pan nuestro de cada dia, danoslo hoy Dios provee para su pueblo. Merece la atencion que lo que aqui se pide es el pan diario, no el bistec diario o el costillar de primera calidad diario. Dios suple las necesidades, pero no siempre las exquisiteces. Observemos la experiencia de los israelitas luego de su liberacion de la tierra de Egipto. Dios le proveyo el pan al pueblo milagrosamente en forma de mana. ?Que sucedio entonces? Primero, ellos dejaron de darle gracias a Dios por su provision. Segundo, dejaron de pedirle su provision. Tercero, comenzaron a quejarse de su provision. Finalmente, comenzaron a recordar lo bien que andaban las cosas en Egipto. Sonaban con los pepinos, los melones, los puerros, y los ajos que habian tenido en Egipto --al mismo tiempo que olvidaban la opresion, las durezas, y las torturas que habian soportado a manos del Faraon. Se quejaban por tener que comer mana al desayuno, mana al almuerzo, y mana en la cena. Los israelitas comian sufle de mana, pastel de mana, merengue de mana, mana cocido, mana horneado, y mana asado. Pronto estaban pidiendo carne a gritos. En Numeros 11:18-19 se nos relata esta historia: Pero dile al pueblo que se santifique para manana. Ustedes van a comer carne, pues han llorado ante mi y han dicho: "!Como quisieramos que alguien nos diera a comer carne! La verdad, !nos iba mejor en Egipto!" Asi que yo, el Senor, voy a darles a comer carne. Y no la comeran un dia ni dos; ni cinco, diez o veinte dias, sino todo un mes, hasta que les salga por las narices, y se harten de comerla. Dios dijo: "Si quieren carne, carne les voy a dar, y van a comer carne hasta el hastio". Una de las cosas que delata nuestra condicion caida es el concepto del hombre que se hace a si mismo, alguien que se arroga el merito por la abundancia de sus bienes y olvida la Fuente de todas sus provisiones. Debemos recordar que a fin de cuentas es Dios quien nos da todo lo que tenemos."