La ortodoxia biblica abarca la ortopraxia. Tanto la doctrina recta como la vida recta son absolutamente esenciales y totalmente inseparables para el verdadero hijo de Dios. Esa es la ensenanza consecuente de Cristo mismo. Dijo entonces Jesus a los judios que habian creido en el: <> (Juan 8.31-32). Mas alla de esto, la Escritura ensena clara y coherentemente la primacia de la creencia correcta como la base de la conducta correcta. En otras palabras, la vida recta se ve propiamente como el fruto de la fe autentica, y nunca al reves. Los actos piadosos carentes de todo amor real por la verdad no constituyen en ninguna medida la ortopraxia genuina. Por el contrario, esa es la peor clase de hipocresia santurrona. Por lo tanto vale la pena pelear por la verdad. Como vimos, es la unica cosa en el mundo por la cual la iglesia deberia pelear. Si pierde esa pelea, todo lo demas esta perdido.