Las muchachas, en sus relaciones con los hombres, tienen las mismas vueltas, los mismos prejuicios, los mismos recovecos psicologicos que son proverbiales en las espanolas. Se comprende a simple vista que manejan los asuntos del amor con esa simplicidad conflictiva que los franceses llaman ignorancia. Se preocupan del que diran y hacen noviazgos regulares, largos y vigilados.