La gente desaparece cuando muere. La voz, la risa, el calor de su aliento, la carne y finalmente los huesos. Todo recuerdo vivo de ella termina. Es algo terrible y natural al mismo tiempo. Sin embargo, hay individuos que se salvan de esa aniquilacion, pues siguen existiendo en los libros que escribieron. Podemos volver a descubrirlos. Su humor,el tono de su voz, su estado de animo. A traves de la palabra escrita pueden enojarte o alegrarte. Pueden consolarte, pueden desconcertarte, pueden cambiarte. Y todo eso pese a estar muertos. Como moscas en ambar, como cadaveres congelados en el hielo, eso que segun las leyes de la naturaleza deberia desaparecer se conserva por el milagro de la tinta sobre el papel. Es una suerte de magia.