La casa se lleno de amor. Aureliano lo expreso en versos que no tenian principio ni fin. Los escribia en los asperos pergaminos que le regalaba Melquiades, en las paredes del bano, en la piel de sus brazos, y en todos aparecia Remedios transfigurada: Remedios en el aire soporifero de las dos de la tarde, Remedios en la callada respiracion de las rosas, Remedios en la clepsidra secreta de las polillas, Remedios en el vapor del pan al amanecer, Remedios en todas partes y Remedios para siempre