Eso me parece, Sancho --dijo don Quijote--, a lo que sucedio a un famoso poeta destos tiempos, el cual, habiendo hecho una maliciosa satira contra todas las damas cortesanas, no puso ni nombro en ella a una dama que se podia dudar si lo era o no; la cual, viendo que no estaba en la lista de las demas, se quejo al poeta, diciendole que que habia visto en ella para no ponerla en el numero de las otras, y que alargase la satira, y la pusiese en el ensanche; si no, que mirase para lo que habia nacido. Hizolo asi el poeta, y pusola cual no digan duenas, y ella quedo satisfecha, por verse con fama, aunque infame.