En toda la noche no pude pensar sino en ti, aun antes de conocerte. Yo solo tenia una docena de libros baratos, encuadernados con cartones rotos, y los queria mas que a nada en el mundo, los leia una y otra vez. Y ahora me asediaba la pregunta de como seria el hombre que poseia y habia leido tantos y tan maravillosos libros.