Los verdaderos efectos del pecado Echadle en las tinieblas de afuera; alli sera el lloro y el crujir de dientes. MATEO 22.13 El pecado nunca realmente satisface. Hay placeres momentaneos en el pecado (cp. Hebreos 11.25), pero invariablemente dan paso a la tristeza, la miseria y el dolor. En un momento de busqueda del placer motivado por su amor al dinero, Judas rechazo cualquier posibilidad de verdadera alegria o satisfaccion permanente. Pablo escribio: <> (1 Timoteo 6.10). Judas es el prototipo de lo que Pablo estaba describiendo. Nadie atraveso por mas pena y todo por el necio amor al dinero. Judas no recibiria ninguna simpatia o apoyo de sus companeros de conspiracion. La respuesta de ellos a su confesion fue en son de burla: <> (Mateo 27.4). Judas, completamente sin amigos, sin esperanza y desconsolado por el peso de su propia culpa, entonces sello su destruccion propia para siempre con un acto de suicidio. Tal vez penso Judas que por suicidarse finalmente obtendria alivio de su culpa. Lo contrario es cierto. Al matarse a si mismo se ato a su culpa para siempre. De todas las personas, Judas deberia haber sabido esto, pues habia oido repetidamente la ensenanza de Jesus acerca del infierno como un lugar de tormento eterno, de fuego que nunca se apagara, de llanto y crujir de dientes que continuara dia y noche por los siglos (Mateo 8.12; 13.42, 50; 22.13; 24.51; 25.30; Marcos 9.43-48; Lucas 13.28). En el infierno el dolor de la culpa y de la conciencia seran eternamente intensificados.