No temamos nunca ni a los ladrones ni a los asesinos: esos son los peligros exteriores, los pequenos peligros. Las preocupaciones, esas son los ladrones; los vicios, esos son los asesinos. Los grandes peligros existen dentro de nosotros. ?Que importa lo que amenaza a nuestra cabeza o a nuestra bolsa? Pensemos con preferencia en lo que amenaza a nuestra alma.