Y helo aqui: en un estado indeporable, el escarabajo muerto en el sendero resplandece bajo el sol. El tiempo de una mirada basta para pensar en el: no le ha ocurrido nada importante, parece. Lo importante, dicen, es lo que nos atane a nosotros. La vida, pero solo nuestra, o la muerte, pero tambien solo nuestra, una muerte que asi goza de su obligada primacia.