Jesus le dijo: Amaras al Senor tu Dios con todo tu corazon, y con toda tu alma, y con toda tu mente. MATEO 22.37 Al comprometer las facultades internas: la mente, las emociones, el deseo, la memoria, el pensamiento, los pensamientos pecaminosos obran directamente en el alma guiandola hacia el mal. Siembre un pensamiento, cosechara una accion. Siembre un acto, cosechara un habito. Siembre un habito y cosechara un caracter. Siembre un caracter y cosechara un destino. Los malos pensamientos por lo tanto, son el fundamento para todos los demas pecados. Nunca nadie <> en adulterio. El corazon del adultero esta siempre formado y preparado por los pensamientos lujuriosos antes de que ocurra el hecho real. Del mismo modo, el corazon del ladron se inclina a la codicia. Y el asesinato es el producto de la ira y el odio. Todo pecado se incuba en primer lugar en la mente. Jesus enseno esta verdad a sus discipulos: <> (Mateo 15.18-20, enfasis anadido). La impureza que Jesus indica no es principalmente un problema de ceremonial o externo, lo que es verdaderamente impuro en el sentido espiritual es la maldad que emana del corazon. La ensenanza de los fariseos habia inculcado esta nocion en el pueblo que de manera comun llegaron a creer que malos pensamientos no eran realmente pecaminosos, siempre y cuando no se convirtieran en actos. Esto es precisamente por lo que nuestro Senor dirigio su ensenanza hacia los pecados del corazon en su Sermon del Monte (vea Mateo 5.21-22, 27-28). ?Que debe estar en nuestras mentes y corazones? ?Cual debe ser el secreto mas profundo de nuestras almas? Adorar a Dios.