"Mercaderes y charlatanes se hicieron con el control de Europa, llamando a su insidioso evangelio "La Ilustracion". El dia de la plaga estaba proximo; pero de las cenizas de la humanidad no surgio ningun fenix. El campesino humilde y piadoso, Pedro Labrador, se fue a la ciudad a vender a sus hijos a los senores del Nuevo Sistema para empresas que podemos calificar, en el mejor de los casos, de dudosas. (...) El giroscopio se habia ampliado. La Gran Cadena del Sur se habia roto como si fuera una serie de clips unidos por algun pobre imbecil; el nuevo destino de Pedro Labrador seria muerte, destruccion, anarquia, progreso, ambicion y autosuperacion. Iba a ser un destino malevolo: ahora se enfrentaba a la perversion de tener que IR A TRABAJAR."