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"No tengo que contarle que Martha siguio engordando durante cada embarazo y posteriormente. Despues de que naciera William, ella ya no fingio que pudiera despojarse del enorme peso que colgaba de su cuerpo como grandes masas de grasa. Parecia que habia abandonado el cuidado de su aspecto. Una vez escribi de Martha R. que era un bello especimen del tipo de chica que me gustaba: "La autentica chica carnosa inglesa, alimentada con carne de buey". Pero todo aquel buey que la alimentaba tuvo un efecto predecible. Si me hubiesen pedido que reescribiese aquella frase en 1874, habria dicho: "Es el perfecto especimen de enorme buey ingles carnoso y alimentado con carne de chica"."