La vida aparece a la luz de este razonamiento como una larga pesadilla, de la que, sin embargo, uno puede liberarse con la muerte, que seria, asi una especie de despertar. ?Pero despertar a que? Esa irresolucion de arrojarse a la nada absoluta y eterna me ha detenido en todos los proyectos de suicidio. A pesar de todo, el hombre tiene tanto apego a lo que existe, que prefiere finalmente soportar su imperfeccion y el dolor que causa su fealdad, antes que aniquilar la fantasmagoria de un acto de propia voluntad.