"Es inutil decir que los seres humanos deberian estar satisfechos de llevar una vida tranquila; han de tener accion, y si no pueden encontrarla, la provocaran de un modo u otro. (...) Por lo general, se supone que las mujeres son muy tranquilas, pero la verdad es que sienten exactamente lo mismo que los hombres. Necesitan ejercitar sus facultades y el mismo margen de maniobra que sus hermanos varones, padecen cuando se las constrine y se las inmoviliza como les sucede a los hombres, y sus mas privilegiados congeneres del sexo masculino demuestran una gran estrechez mental cuando declaran que las mujeres deberian limitarse a preparar pudines y hacer calceta, tocar el piano y bordar mantelerias. Es una insensatez condenarlas o reirse de ellas cuando aspiran a aprender y hacer algo mas que los convencionalismos proclaman como necesario para su su sexo". Siglo XIX"