"!Libros! !Libros! Hace aqui una palabra magica que equivale a decir: "amor, amor", y que debian los pueblos pedir como piden pan o como anhelan la lluvia para sus sementeras. Cuando el insigne escritor ruso Fedor Dostoyevsky, padre de la revolucion rusa mucho mas que Lenin estaba prisionero en la Siberia, alejado del mundo, entre cuatro paredes y cercado por desoladas llanuras de nieve infinita; y pedia socorro en carta a su lejana familia, solo decia: "!Enviadme libros, libros, muchos libros para que mi alma no muera!". Tenia frio y no pedia fuego, tenia terrible sed y no pedia agua pedia libros, es decir, horizontes, es decir, escaleras para subir la cumbre del espiritu y del corazon. Porque la agonia fisica, biologica, natural, de un cuerpo por hambre, sed o frio, dura poco, muy poco, pero la agonia del alma insatisfecha dura toda la vida.