!La laguna de Flint! Nuestra nomenclatura es pobre. ?Que derecho tenia el sucio y estupido granjero, cuya granja lindaba con esta agua celestial, a darle su nombre tras haber desnudado sin piedad sus riberas? No es para mi el nombre de un avaro que preferia la resplandeciente superficie de un dolar o de un centavo nuevo, en la que podia ver su propia cara dura; que consideraba intrusos a los mismos patos salvajes que anidaban alli y cuyos dedos habian crecido hasta convertirse en garras curvas y callosas por el habito de agarrar las cosas como una arpia. No voy alli a ver ni a oir hablar de alguien que nunca ha 'visto' (palabra enfatizada en cursiva) la laguna, ni se ha banado en ella, ni la ha amado, ni protegido, ni pronunciado una palabra a su favor, ni agradecido a Dios que la creara. Demosle mas bien el nombre de los peces que nadan en ella, de las aves salvajes o los cuadrupedos que la frecuentan, de las flores silvestres que crecen en sus orillas o de algun hombre o nino salvaje cuya historia se haya entretejido con la de la laguna, no el de aquel que no podria mostrar otro titulo que el hecho de que otro vecino de mentalidad semejante o la camara legislativa se lo hayan otorgado a el, que solo pensaba en su valor monetario y cuya presencia ha sido nefasta para la orilla, que esquilmo la tierra a su alrededor y habria agotado el agua, que lamentaba que no fuera una pradera de heno ingles o de arandanos. A su parecer, nada habia que salvar en la laguna y la habria drenado y venido por el legamo del fondo. La laguna no movia su molino ni era, para el, un privilegio contemplarla. No respeto su trabajo ni su granja, donde todo esta tasado. Ese hombre seria capaz de llevar el paisaje y a su Dios y al mercado si pudiera obtener algo a cambio; su Dios es el mercado, por eso va alli; nada crece libremente en su granja: sus campos no dan cosechas, sus prados no dan flores, sus arboles no dan fruto, sino dolares. No ama la belleza de sus frutos; sus frutos no estan maduros para el hasta que se convierten en dolares.