Sus ojos brillaron antes de cerrarlos y bajo la cabeza. --No. No te merezco tampoco. Necesitas a alguien que te aprecie, te proteja y te cuide. Una persona que se de cuenta de que nunca seria capaz de encontrar a otra como tu en el mundo, no importa lo mucho que busque. --Me miro de nuevo a los ojos y nos miramos el uno al otro.