Nos veiamos desde hacia varios anos. A veces, cuando ya estabamos juntos, alguien dejaba caer afuera una cucharita y despertabamos. Poco a poco habiamos ido comprendiendo que nuestra amistad estaba subordinada a las cosas, a los acontecimientos mas simples. Nuestros encuentros terminaban siempre asi, con el caer de una cucharita en la madrugada. Ahora, junto al velador, me estaba mirando.