Luego la risa ceso y se hizo ese silencio. Ese silencio extrano y comodo a la vez. ?Que demonios fue eso? Fue como si el mundo dejara de dar vueltas en ese instante. Como si todos los que nos rodeaban hubiesen desaparecido. Como si hubiese olvidado todo lo que me aguardaba (...). Fue como si esos pocos minutos hubiesen sido creados solo para nosotros y lo unico que pudieramos hacer fuese mirarnos el uno al otro. Era como si (...) estuviera viendo mi cara por primera vez. Parecia confundido y al mismo tiempo complacido. Exactamente igual que yo. Porque estaba sentada en la hierba con mi amigo intimo (...), y aquel era el rostro de mi amigo intimo (...) con su nariz, sus ojos y sus labios, pero todo ello me parecia distinto. De modo que le di un beso. Me deje llevar por la magia del momento y le di un beso.