Hay cosas menores, pero aun asi muy importantes. No es amable. No sabe cuando ha de decir algo que consuele y cuando hay que callar. La historia le importa un pimiento. No tiene ojos grises dulces ni cejas pobladas, ni se sube las mangas hasta los codos. --La mire fijamente, y ahora me miro con valentia decidida--. En suma, el mayor problema de el es que no es tu.