Y tambien se dijo: ?no seran todas las esperanzas de los hombres tan grotescas como estas? Ya que, dada la indole del mundo, tenemos esperanzas en acontecimientos que, de producirse, solo nos proporcionarian frustracion y amargura; motivo por el cual los pesimistas se reclutan entre los ex esperanzados, puesto que para tener una vision negra del mundo hay que haber creido antes en el y en sus posibilidades. Y todavia resulta mas curioso y paradojal que los pesimistas, una vez que resultaron desilusionados, no son constantes y sistematicamente desesperanzados, sino que, en cierto modo, parecen dispuestos a renovar su esperanza a cada instante, aunque lo disimulen debajo de su negra envoltura de amargados universales, en virtud de una suerte de pudor metafisico; como si el pesimismo, para mantenerse fuerte y siempre vigoroso, necesitase de vez en cuando de un nuevo impulso producido por una nueva y brutal desilusion.