Me gusta pensar que a veces... solo a veces, el silencio puede ser mas fuerte que el mal. Y me gusta pensar que, si no digo nada, la gente oira el odio que sale de su boca con sus propios oidos, sin nada que los distraiga. Tal vez la bondad sea suficiente para mostrar el mal como lo que es, sin necesidad de reprimirlo con mas mal. Aunque no es que yo sea la encarnacion del bien. Se que no lo soy.