Site uses cookies to provide basic functionality.

OK
La psicologia, al fin y al cabo, y en este sentido guarda claras similitudes tanto con el marxismo como con la tradicion judeocristiana, propone una narracion de autoengano, sufrimiento necesario, declive y caida, seguida del alumbramiento de una conciencia y conocimiento de uno mismo, autosuperacion y, en ultima instancia, recuperacion. A mi me llama la atencion, en las memorias de los centroeuropeos nacidos en torno al cambio de siglo, el numero de personas (judios sobre todo) que comentan lo en boga que estaban en aquella epoca el analisis, la <>, las categorias de la nueva disciplina (neurosis, represion, etcetera). Esta fascinacion por profundizar mas alla de la explicacion superficial, por desmontar mistificaciones, por encontrar una historia que resultaba tanto mas verdadera cuanto mas la negaran aquellos a quienes describia, guarda una asombrosa semejanza con los procedimientos del marxismo. En la version freudiana, como en la marxista, la consideracion clave es una fe ilimitada en el inevitable exito del resultado si el proceso en si mismo es correcto: dicho de otra forma, si se ha entendido correctamente y se ha superado el dano o el conflicto previo, se llega necesariamente a la tierra prometida. Y esta garantia de exito es de por si suficiente para justificar el esfuerzo necesario para llegar ahi. En palabras del propio Marx, el no se dedicaba a escribir las recetas de los libros de cocina del futuro; el simplemente prometia que esos libros de cocina futuros existirian si utilizabamos correctamente los ingredientes de hoy.