Es una ilusion ingenua creer que nuestra imagen no es mas que una apariencia tras la cual esta escondido nuestro yo como la unica esencia verdadera, independientemente de los ojos del mundo. Los imagologos han descubierto con cinico radicalismo que es precisamente todo lo contrario: nuestro yo es una mera apariencia, inaprehensible, nebulosa, mientras que la unica realidad, demasiado aprehensible y descriptible, es nuestra imagen a los ojos de los demas. Y lo peor es que no eres su dueno. Primero intentas dibujarla tu mismo, despues quieres al menos influir en ella y controlarla, pero en vano: basta con una frase malintencionada y te conviertes para siempre en una caricatura tristemente simple.