PREFACIO Mientras exista, a consecuencia de las leyes y de las costumbres, una condena social que cree artificialmente infiernos en plena civilizacion, y enturbie con una fatalidad humana el destino, que es divino; mientras no se resuelvan los tres problemas del siglo: la degradacion del hombre en el proletariado, la decadencia de la mujer por el hambre, la atrofia del nino por las tinieblas; mientras en ciertas regiones sea posible la asfixia social; en otros terminos, y desde un punto de vista mas dilatado aun, mientras haya ignorancia y miseria sobre la tierra, los libros de igual naturaleza que este podran no ser inutiles. Victor Hugo, Hauteville-House, 1 de enero, 1862.