A lo largo de toda la Biblia, en especial en los libros de los profetas, vemos a Dios debatirse en un conflicto interno. Por una parte, amaba apasionadamente a las personas que habia creado; por otra, sentia el terrible impulso de destruir al Mal que la esclavizaba. En la cruz, Dios resolvio ese conflicto interno, porque en ella su Hijo absorbio la fuerza destructiva para transformarla en amor. Citas