Tu mayor prioridad como padre, entonces, es ser un evangelista en tu propio hogar. Debes ensenar a tu hijo la ley de Dios; ensenarle el evangelio de la gracia divina; mostrarle la necesidad que tiene de un Salvador, y senalarle a Jesucristo como el unico que puede salvarlo. Si crece sin una aguda conciencia de su necesidad de salvacion, tu, como padre, habras fracasado en tu tarea primordial como su guia espiritual.