examino en la penumbra del local las plateadas telaranas que caian del techo, las anosas estanterias con bolsitas de perejil, romero, culantro, menta, y las cajas con clavos, tornillos, granos, ojales, botones, entre estampas e imagenes de virgenes, cristos, santos y santas, beatos y beatas, recortados de revistas y periodicos, algunas con velitas prendidas y otras con adornos que incluian rosarios, detentes y flores de cera y de papel.