El proyecto de modernizar y cristianizar la India habia resultado un absoluto fracaso, hasta el punto que termino por barbarizar a los britanicos. Los que realmente tenian que gobernar la India habian estado en lo correcto: interferir en las costumbres nativas solo podia traer problemas. Sin embargo, los evangelicos se negaban a aceptarlo. A sus ojos, la rebelion habia ocurrido porque la modernizacion no habia avanzado lo suficientemente rapido.