Pronto me di cuenta de que estas ensenanzas podian ser un consuelo solo para los que las aceptaran literalmente y que creyeran ser la verdad. Si fueran, como para mi, en parte bella literatura, parte simbolos intrincados; un intento de explicacion mitologica del mundo, uno podria instruirse y apreciarlas, pero uno no aprenderia la forma de vivir y sacar fuerza de ellas.