que en verdad en verdad que muchas veces me paro a mirar a vuestra merced desde la punta del pie hasta el ultimo cabello de la cabeza, y que veo mas cosas para espantar que para enamorar; y, habiendo yo tambien oido decir que la hermosura es la primera y principal parte que enamora, no teniendo vuestra merced ninguna, no se yo de que se enamoro la pobre.